Apendicitis

La apendicitis es una patología que consiste en la inflamación de una región del intestino grueso denominado apéndice. El intestino grueso está formado por una región inicial denominado ciego que comunica con el intestino delgado y del cual sale un apéndice que cuando se inflama ocasiona una apendicitis. Además está formado por el colon ascendente, transverso y descendente, el cual acaba en el sigma que continúa con una porción terminal denominada recto, el cual comunica con el exterior por un orificio del ano.

La apendicitis es la enfermedad quirúrgica de curso agudo más frecuente. No predomina en ningún sexo y puede ocurrir a todas las edades, no obstante suele ser más frecuente entre los 20 y 30 años.

La apendicitis aguda es una inflamación del apéndice. Esta inflamación parece deberse a una sobreinfección que acontece como consecuencia de una obstrucción. Entre las causas de obstrucción a nivel del apéndice se encuentran la hiperplasia de folículos linfoides submucosos, la presencia de fecalitos, cuerpos extraños, y tumores.

El mecanismo por el cual se desarrolla la apendicitis parece iniciarse con la obstrucción de su pequeña luz debida a las causas mencionadas previamente. Como consecuencia se va a presentar una acumulación de secreciones y una distensión del apéndice que lo hará susceptible de un sobrecrecimiento bacteriano y por lo tanto de infección.

Además con la inflamación se verá comprometida la vascularización de la zona lo cual puede llegar a una fase de gangrena del apéndice con perforación del mismo, y la aparición de una peritonitis.

La sintomatología de la apendicitis aparece presidida por el dolor abdominal, que inicialmente es difuso y posteriormente se comienza a focalizar en la región inferior y derecha del abdomen, donde se hace más constante e intenso. Frecuentemente en este contexto el paciente presenta falta de apetito, y en frecuente ocasiones náuseas y vómitos, que habitualmente no preceden al inicio del dolor.

El cuadro puede acompañarse tanto de diarrea como de estreñimiento, no siendo ninguno de estos trastornos del ritmo intestinal específicos de este proceso. A menudo existe fiebre aunque no suele ser muy elevada en fases iniciales y más acusado cuando existe perforación.

A la exploración del paciente suele existir dolor a la palpación en el cuadrante inferior derecho del abdomen que suele cursar con una contracción involuntaria y dolor marcado al retirar las manos tras la palpación de la zona (signo de Blumberg). También puede apreciarse dolor en el cuadrante inferior derecho cuando palpamos la región inferior izquierda (signo de Rovsing), o cuando se eleva la pierna derecha (signo del psoas). En ocasiones existe aumento de la sensibilidad de forma desproporcionada ante pequeños estímulos táctiles de la piel del abdomen (hiperestesia cutánea).

Pueden acontecer complicaciones. Entre ellas destacan la perforación manifestado por aumento de fiebre y mayor dolor, la presencia de un absceso apendicular, peritonitis o pileflebitis (tromboflebitis supurativa del sistema venoso de la vena porta).

El diagnóstico es eminentemente clínico, es decir se basa en el juicio obtenido de una exhaustiva historia clínica y una sistemática exploración física sugestiva. Además otros datos complementarios ayudarán al diagnóstico.

El análisis de sangre suele indicar datos de infección inespecíficos como aumento de los glóbulos blancos, a expensas de neutrófilos.

La radiografía de abdomen no suele ser diagnóstica, sin embargo en ocasiones puede mostrar signos indirectos como fecalitos, borramiento del psoas, o ciego distendido entre otros. Sin embargo la ecografía y la tomografía axial computerizada indicarán con más precisión algunos datos de apendicitis aguda.

El tratamiento es exclusivamente quirúrgico y se basa en la extirpación del apéndice inflamado.

Es importante realizar esta intervención de forma urgente y comenzar con tratamiento antibiótico previa intervención. A veces algunos casos evolucionados que han terminado presentando zonas de fibrosis conviene realizar la intervención en los próximos días de forma programada.

La mayoría de las diarreas agudas de causa infecciosa se transmiten por la falta de higiene. Para su prevención se recomienda una adecuada manipulación de los alimentos, lavado de las manos después de usar el baño y sólo beber agua debidamente embotellada en las zonas en las que exista riesgo de infección.

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