La sintomatología de la apendicitis aparece presidida por el dolor abdominal, que inicialmente es difuso y posteriormente se comienza a focalizar en la región inferior y derecha del abdomen, donde se hace más constante e intenso. Frecuentemente en este contexto el paciente presenta falta de apetito, y en frecuente ocasiones náuseas y vómitos, que habitualmente no preceden al inicio del dolor.
El cuadro puede acompañarse tanto de diarrea como de estreñimiento, no siendo ninguno de estos trastornos del ritmo intestinal específicos de este proceso. A menudo existe fiebre aunque no suele ser muy elevada en fases iniciales y más acusado cuando existe perforación.
A la exploración del paciente suele existir dolor a la palpación en el cuadrante inferior derecho del abdomen que suele cursar con una contracción involuntaria y dolor marcado al retirar las manos tras la palpación de la zona (signo de Blumberg). También puede apreciarse dolor en el cuadrante inferior derecho cuando palpamos la región inferior izquierda (signo de Rovsing), o cuando se eleva la pierna derecha (signo del psoas). En ocasiones existe aumento de la sensibilidad de forma desproporcionada ante pequeños estímulos táctiles de la piel del abdomen (hiperestesia cutánea).
Pueden acontecer complicaciones. Entre ellas destacan la perforación manifestado por aumento de fiebre y mayor dolor, la presencia de un absceso apendicular, peritonitis o pileflebitis (tromboflebitis supurativa del sistema venoso de la vena porta).